Se ha dado a conocer la prehabilitación en la Jornada de ‘Actualización de Evidencias Clínicas en Geriatría’ organizada en Madrid por la Sociedad Española de Geriatría en torno al abordaje de la fragilidad de pacientes ancianos. El geriatra del Hospital de Guadalajara Juan José Arechederra Calderón ha sido el encargado de explicar este procedimiento que pretende optimizar los resultados en procesos quirúrgicos en este tipo de pacientes.
El Servicio de Geriatría del Hospital Universitario de Guadalajara, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha participado en una jornada organizada por la Sociedad Española de Geriatría que ha reunido a 150 geriatras de toda España en torno al abordaje de la fragilidad con el título ‘Actualización de Evidencias Clínicas en Geriatría’.
La jornada, celebrada en Madrid, ha contado con la presencia de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, y con la participación del geriatra canadiense Kenneth Rockwood, un referente mundial a la hora de hablar de la fragilidad en pacientes ancianos.
El programa incluía un debate de jóvenes geriatras con el doctor Rockwood, en el que ha participado el geriatra del Hospital de Guadalajara, Juan José Arechederra, junto a otros tres especialistas de los hospitales Ramón y Cajal, Gregorio Marañón e Infanta Sofía de la Comunidad de Madrid.
La intervención de Juan José Arechederra, titulada ‘Pre-surgical management of older adults: can Prehabilitation be an open door for a new model of care?’, ha girado en torno a la ‘prehabilitación’, una acción que se ha iniciado en el Hospital de Guadalajara con el fin de mejorar el resultado de los procesos quirúrgicos en pacientes geriátricos.
Esta acción, de la que se están registrando los primeros resultados, se dirige a pacientes de edad avanzada que se someten a un proceso quirúrgico programado con el fin de optimizar y mejorar el resultado del mismo. “El objetivo es que haya menos complicaciones, menor estancia hospitalaria, menos mortalidad y menos deterioro funcional”, según ha explicado el geriatra Arechederra.
Para ello, el Servicio de Geriatría realiza una valoración previa y exhaustiva del paciente, atendiendo a factores relacionados con su situación funcional, cognitiva y social, fragilidad, ejercicio físico, anemia, nutrición y polimedicación, y luego se realiza seguimiento durante el ingreso del paciente, participando en la toma de decisiones y de su tratamiento.
La prehabilitación es una acción multidisciplinar que implica a diferentes especialidades implicadas en el manejo y tratamiento de patologías potencialmente quirúrgicas, ya sean oncológicas o no.
“Pretendemos demostrar que el manejo de Geriatría, a través de la prehabilitación, es bueno para el paciente y para el sistema”, y para obtener mejores resultados “es determinante valorar la situación del paciente antes de la cirugía para ajustar y enriquecer su dieta, reducir fármacos, administrar hierro en caso necesario o indicar la práctica de ejercicio físico, además de revertir su fragilidad, valorar su situación anímica y social y tratar de prevenir el deterioro funcional y el delirium, que es una complicación frecuente que se puede prevenir o mitigar con ciertas pautas”, ha señalado Juan José Arechederra.
En este sentido es necesario informar adecuadamente al paciente y a su familia y procurar que el paciente esté lo más acompañado y orientado posible, ya que todo ello repercute en menos complicaciones y menos estancia hospitalaria.
La jornada, celebrada por la Sociedad Española de Geriatría, ha sido un encuentro referente para hablar de fragilidad, que tiene en cuenta la vulnerabilidad del paciente anciano y es un factor de riesgo que permite predecir eventos graves de salud.
La fragilidad es una situación de vulnerabilidad cada vez más frecuente debido a la mayor esperanza de vida y el envejecimiento poblacional, lo que supone un triunfo, pero también un desafío para lograr que estos años de vida sean libres de discapacidad y con salud.
La jornada, celebrada en Madrid, ha contado con la presencia de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, y con la participación del geriatra canadiense Kenneth Rockwood, un referente mundial a la hora de hablar de la fragilidad en pacientes ancianos.
El programa incluía un debate de jóvenes geriatras con el doctor Rockwood, en el que ha participado el geriatra del Hospital de Guadalajara, Juan José Arechederra, junto a otros tres especialistas de los hospitales Ramón y Cajal, Gregorio Marañón e Infanta Sofía de la Comunidad de Madrid.
La intervención de Juan José Arechederra, titulada ‘Pre-surgical management of older adults: can Prehabilitation be an open door for a new model of care?’, ha girado en torno a la ‘prehabilitación’, una acción que se ha iniciado en el Hospital de Guadalajara con el fin de mejorar el resultado de los procesos quirúrgicos en pacientes geriátricos.
Esta acción, de la que se están registrando los primeros resultados, se dirige a pacientes de edad avanzada que se someten a un proceso quirúrgico programado con el fin de optimizar y mejorar el resultado del mismo. “El objetivo es que haya menos complicaciones, menor estancia hospitalaria, menos mortalidad y menos deterioro funcional”, según ha explicado el geriatra Arechederra.
Para ello, el Servicio de Geriatría realiza una valoración previa y exhaustiva del paciente, atendiendo a factores relacionados con su situación funcional, cognitiva y social, fragilidad, ejercicio físico, anemia, nutrición y polimedicación, y luego se realiza seguimiento durante el ingreso del paciente, participando en la toma de decisiones y de su tratamiento.
La prehabilitación es una acción multidisciplinar que implica a diferentes especialidades implicadas en el manejo y tratamiento de patologías potencialmente quirúrgicas, ya sean oncológicas o no.
“Pretendemos demostrar que el manejo de Geriatría, a través de la prehabilitación, es bueno para el paciente y para el sistema”, y para obtener mejores resultados “es determinante valorar la situación del paciente antes de la cirugía para ajustar y enriquecer su dieta, reducir fármacos, administrar hierro en caso necesario o indicar la práctica de ejercicio físico, además de revertir su fragilidad, valorar su situación anímica y social y tratar de prevenir el deterioro funcional y el delirium, que es una complicación frecuente que se puede prevenir o mitigar con ciertas pautas”, ha señalado Juan José Arechederra.
En este sentido es necesario informar adecuadamente al paciente y a su familia y procurar que el paciente esté lo más acompañado y orientado posible, ya que todo ello repercute en menos complicaciones y menos estancia hospitalaria.
La jornada, celebrada por la Sociedad Española de Geriatría, ha sido un encuentro referente para hablar de fragilidad, que tiene en cuenta la vulnerabilidad del paciente anciano y es un factor de riesgo que permite predecir eventos graves de salud.
La fragilidad es una situación de vulnerabilidad cada vez más frecuente debido a la mayor esperanza de vida y el envejecimiento poblacional, lo que supone un triunfo, pero también un desafío para lograr que estos años de vida sean libres de discapacidad y con salud.