El aislamiento preventivo obligatorio, tal como se denominó la medida de confinamiento en Colombia, cumplió 100 días iniciando julio de 2020. Fue establecido el 24 de marzo cuando el número de contagios en el país llegó a 100 personas positivas diarias y 4 personas muertas. En ese momento la medida fue aceptada como una buena alternativa para mitigar el aumento desproporcionado del número de contagios, y así evitar la saturación de los hospitales. Teniendo en cuenta lo anterior, lo que este artículo busca es hacer una reflexión sobre el impacto generado por el confinamiento, en el componente de habituación de los niños, niñas y adolescentes, y las posibles repercusiones en el desempeño escolar. Si bien se tiene claro, el confinamiento ha conllevado a pasar un extenso periodo de tiempo en casa, lo que significó tener que modificar en cierto grado el esquema de actividades que cotidianamente se desempeñaban antes de la emergencia sanitaria, es por ello que surgen preguntas como: ¿qué actividades se están realizando en casa?, ¿realmente se han adoptado hábitos apropiados? ¿Ha aumentado o ha disminuido el nivel de productividad?, y es allí cuando nace la idea de conocer la influencia del confinamiento sobre las rutinas diarias de los niños, niñas y adolescentes. Pero, ¿qué hay del rendimiento escolar?, se tiene claro que parte del proceso de adaptación ha implicado la implementación de nuevos métodos de estudio, ya que debido a las medidas de distanciamiento social, se tuvo que recurrir a las clases virtuales, o con presencialidad remota, pero, cabe cuestionarse si esto realmente garantiza buenos resultados en el proceso educativo.
Publicado en www.reto.ubo.cl/index.php/reto/article/view/125
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