Como ya hablamos en nuestra anterior entrada, el mes de septiembre viene marcado por la denominada ‘Vuelta al cole‘. Este retorno a las aulas escolares provoca que, en ocasiones, los alumnos se vean afectados por varios trastornos visuales debido a las elevadas horas de estudio, lecturas o miradas fijas en monitores de ordenador, entre otras prácticas. Para determinar si nuestro hijo sufre alguna de estas deficiencias visuales podemos fijarnos en los siguientes indicios. Si notamos que el niño sufre alguno de estos síntomas, es aconsejable acudir a un profesional de la visión para que sea tratado a tiempo. Con ello, se reducirá el riesgo de que el nivel escolar del alumno se vea perjudicado a largo plazo.
-Falta de coordinación ojo-mano.
–Fatiga visual y visión borrosa de cerca, eventual o continua.
–Dolores de cabeza frecuentes.
–Bajo rendimiento académico.
–Déficit de atención, concentración y comprensión lectora.
–Salirse de los espacios al colorear un dibujo.
–Lectura lenta guiada por el dedo.
-Distancia de actividad de cerca muy corta.
–Hiperactividad en lugares cerrados.
Si observamos alguno de los indicios anteriores en nuestros hijos, deberíamos acudir a un óptico-optometrista, con el objetivo de realizarle un examen visual con el que identificar a tiempo la dificultad visual que podría padecer y, de esa manera, que le sea evaluada y tratada antes de una posible agravación.
Una revisión visual a tiempo es fundamental para corregir problemas relacionados con el descenso del rendimiento académico.
Los padres juegan un papel clave en el desarrollo visual del hijo. Además de acudir rápidamente a un profesional de la visión para que diagnostique un hipotético problema, deberían implementar en el hogar una serie de normas básicas de higiene visual que se deben tener en cuenta tanto en el estudio en casa, como en el aula:
– Usar una lámpara de escritorio para las actividades escolares en casa, para reducir el deslumbramiento y los reflejos y evitar las luces artificiales brillantes, sobre todo si se trabaja con el ordenador. Además, evitar que la luz del sol incida directamente en los ojos.
– Poner en práctica la regla 20-20-20: relajar la vista 20 segundos cada 20 minutos de actividad escolar, mirando hacia un punto situado al menos a 20 pies de distancia.
– Utilizar un atril para reducir los saltos de mirada cuando se trabaje conjuntamente con el ordenador y el papel.
– Para evitar reflejos y deslumbramientos, situar las mesas o pupitres en lugares que no se encuentren ni enfrente ni detrás de las ventanas. Si no se puede evitar, debido a la disposición del aula o cuarto, es recomendable el uso de persianas.
– Parpadear con frecuencia para evitar la sequedad en los ojos, sobre todo en usuarios de lentes de contacto. Utilizar gotas humectantes para favorecer el lagrimeo del ojo.
– Para evitar la aparición de problemas como estrabismo y ojo vago los niños deben pasar un examen completo de visión antes de los 3 años de edad y revisiones cada 6 meses hasta que cumplan 6 años. A partir de esa edad, es recomendable que realicen exámenes de rendimiento visual cada año por su óptico-optometrista habitual.
Javier Sebastián
Delegado en Almería del Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Andalucía
Publicado en coooa.wordpress.com/2013/09/25/recomendaciones-para-una-correcta-higiene-visual-en-la-etapa-escolar/