Los fondos acreedores de Celsa lanzan un órdago para hacerse con la compañía. En el primer día de aplicación de la nueva ley concursal, han invocado la nueva norma para presentar un plan de reestructuración. El objetivo es activar una de las grandes novedades de la nueva regulación, alcanzar un pacto que arrastre a los accionistas, la familia Rubiralta, para poder convertir en acciones los 2.300 millones de deuda y quedarse con la metalúrgica española.
Fuente: cincodias.elpais.com/cincodias/2022/09/26/companias/1664181050_113734.html#?ref=rss&format=simple&link=link