Los mercados financieros viven instalados en el futuro. El precio de una acción o un bono no es sino una proyección de los flujos de ingresos que esos títulos van a generar en los próximos años. Aunque muchas veces no aciertan, los bancos de inversión, las casas de análisis y las gestoras de fondos realizan todos los años una informe sobre sus previsiones acerca cómo irá el próximo ejercicio. Tratan de predecir qué tipos de activos funcionarán mejor. Y ofrecen algunas claves a sus clientes sobre cómo gestionar sus carteras.
Fuente: cincodias.elpais.com/cincodias/2022/11/25/mercados/1669386553_908106.html#?ref=rss&format=simple&link=link